La moda adquirió en el último tiempo un ritmo vertiginoso. No es novedad, para quienes estamos en contacto con ella, que veamos con dos temporadas de anticipación qué es lo que se impondrá como tendencia y qué tendrá a todas (o a casi todas) buscando esa prenda infaltable en su placard.
Recién asoma la primavera por el hemisferio sur, y aún nos queda transitar el próximo invierno. Sin embargo, en las pasarelas de New York, Paris, Milán y Londres ya se pudo palpitar lo que marcará el estilo de nuestro Verano 2016. Con cientos de shows transcurridos en estas cuatro ciudades y miles de nuevas propuestas, descifrar lo que usaremos por estas latitudes no es tarea sencilla, aunque tampoco imposible.
Lo cierto es que muchas veces una tendencia marcada en las grandes capitales de la moda, en Argentina se toma su tiempo para instalarse como tal. Por un lado, la mayoría de las argentinas son un tanto “clásicas”, en el sentido que adoptan un estilo y eligen determinadas prendas durante un largo período de tiempo y prefieren ir un poco más a lo seguro, en contraste a lo que sucede en algunos otros países en los que se puede observar un apego casi instantáneo a las nuevas modas. Por otro lado, lo que llega aquí lo hace de una manera un tanto más discreta en algunos casos, con una bajada más local y no demasiado literal.
Recién asoma la primavera por el hemisferio sur, y aún nos queda transitar el próximo invierno. Sin embargo, en las pasarelas de New York, Paris, Milán y Londres ya se pudo palpitar lo que marcará el estilo de nuestro Verano 2016. Con cientos de shows transcurridos en estas cuatro ciudades y miles de nuevas propuestas, descifrar lo que usaremos por estas latitudes no es tarea sencilla, aunque tampoco imposible.
Lo cierto es que muchas veces una tendencia marcada en las grandes capitales de la moda, en Argentina se toma su tiempo para instalarse como tal. Por un lado, la mayoría de las argentinas son un tanto “clásicas”, en el sentido que adoptan un estilo y eligen determinadas prendas durante un largo período de tiempo y prefieren ir un poco más a lo seguro, en contraste a lo que sucede en algunos otros países en los que se puede observar un apego casi instantáneo a las nuevas modas. Por otro lado, lo que llega aquí lo hace de una manera un tanto más discreta en algunos casos, con una bajada más local y no demasiado literal.